DAVID ALFARO SIQUEIROS Estudio para panel mural del Polyforum "Marcha de la Humanidad". Firmada y

DAVID ALFARO SIQUEIROS Estudio para panel mural del Polyforum "Marcha de la Humanidad". Firmada y fechada 7 - 67 Acrílico sobre madera. Con certificado de autenticidad de la Escuela Taller Siqueiros A.C. firmado por el artista, México D.F., octubre 1967 Agradecemos a la Dra. Irene Herner por la revisión y documentación de esta obra, abril de 2013 Incluye ensayo documental de la Dra. Irene Herner. Presenta detalles de erosión, ligeras craqueladuras y desprendimientos en el costado izquierdo. (N. Ciudad de México, 1896 - Cuernavaca, Morelos, 1974) A primera vista, esta pintura es abstracta. La composición gira alrededor de una forma fálica ondulante, agresiva y enérgica. El movimiento que transmite este elemento central es concéntrico: es a su ritmo plástico que va embonando su propia silueta con las demás formas diversas que juegan entre sí y que parecen ir abriéndose y cerrándose a su alrededor (a su paso). La pintura recupera la confección poderosa de las composiciones dinámicas del artista. Nos hace evidente la estructura de líneas, ángulos y círculos que conforman las redes poliangulares sobre las que Siqueiros logró hacer marchar y volar a monumentales personajes realistas. Composiciones plásticas como la de este cuadro, dan cuenta de las estructuras significantes de los escenarios animados de sus figuraciones. Este Estudio para el panel mural del Polyforum "Marcha de la Humanidad", muestra un cosmos infinito y agresivo, conformado por una caligrafía que parece animada, en cuyo seguimiento van abriéndose huecos, túneles, fauces de fuego, volúmenes salientes, expulsiones y absorciones, que se confrontan antes las innumerables capas de un universo infinito. En vez de veladuras que nos van abriendo un espacio sin fin, a través de estructuras sucesivas, como los universos abstractos del chileno Roberto Matta, su contemporáneo, Siqueiros monta en vez, un verdadero sistema reticular abstracto, como cables electrificados, que develan un espacio ilimitado empujando desde atrás hacia adelante. Esta retícula multiplicadora de formas está confeccionada por una sucesión de líneas y manchas que entrechocan unas con otras, y de vibraciones coloridas: negros, rojos, cafés, azules, pero también rosados, morados y grises. Sobresale -un elemento que nunca falta en los cuadros del artista, sobre todo después de 1939- un conjunto de líneas angulares negras como dibujos de cálculos y de planos de arquitectos. Lo más interesantes de esta obra es precisamente que se trata de un ejercicio de abstracción para dar cuenta de la metodología del artista para lograr su pintura cinética figurativa realista. Si se observa de cerca el cuadro, se notan mejor las líneas de tensión que Siqueiros aprehendió desde 1920 con las enseñanzas del cubismo/futurismo, pero exploró a partir de ellas, hacia la aplicación en el campo de la pintura, de los lenguajes de los nuevos medios de comunicación tecnológica como los "billboards" comerciales, la animación de Disney y las escenografías cinematográficas de Hollywood. Pero Siqueiros nunca hubiese podido admitir ser un pintor abstracto. No podía hacerlo por cuestiones ideológicas, como se lo escribe desde Nueva York a su musa María Asúnsolo (1936), él tenía la misión artística de lograr la revolución en la forma para cambiar la política. En 1967 Siqueiros está realizando el gigantesco ciclo mural de la Marcha de la Humanidad en el Polyforum, y las formas de sus figuras deben ser especialmente voluminosas para conformar escultopinturas, y a la vez deben ser especialmente dinámicas para que, al ritmo y a la velocidad del movimiento del espectador, éste sienta que la marcha de la humanidad pintada frente a él es una danza en la que está incluido. (Irónicamente, son más eficaces ejercicios como este estudio encaminados hacia las escultopinturas que las propias escultopinturas). Por todo esto es que va surgiendo una segunda impresión al observar este estudio, que no es sólo una abstracción. V